domingo, 21 de agosto de 2011

Feliz día de la niña interior…

“Como flota esta sensación
Se parece a este planeador
Sin embargo todo es ilusión
Un fantasma en plena transición

Y no alcanza la brisa de hoy
A empujarte hasta donde estoy
Se precisa más que un huracán
Una especie de gran aluvión”

(Si pueden pongan este tema para leer el post, Barriletes de La Bersuit )


De todos los juguetes de mi infancia los barriletes ocupan un lugar muy importante en mi memoria, quizás por el sentido de libertad que conllevan, por los días lindos pero con viento frio para remontarlos, por las salidas de domingo a Ezeiza… ¡cuántos recuerdos!
Recuerdo esos barriletes comprados, con la imagen del Zorro o del Topo Gigio, pero los que más valore siempre eran los que hacíamos, era una sensación poderosa, ser capaces de construir algo que podía realmente VOLAR.
Gracias mi amigo Daniel Saez, que era un par de años mas grande que yo, aprendí a hacer los barriletes rombo, iguales a los que construí para regalar hoy, con cañas y papel, recuerdo haber hecho uno celeste y blanco de papel barrilete y especialmente otro que hicimos una tarde en la plaza Almafuerte, frente a mi escuela, de papel de diario, que volamos toda aquella hermosa e inolvidable tarde. Ese es el barrilete más querido de mi infancia.

Hoy preparé dos regalos para festejar el día del niño, pero no para dos niños sino para dos mujeres, algo diferentes entre sí, pero que tienen una cosa en común, ambas mantienen muy viva esa niña interior que yo personalmente tanto valoro.

La primera es una amiga bloggera, Marisa. Para ella la niña interior digamos que es una prioridad en su vida, y nos lo hace saber, mantiene una de las colecciones de Topo Gigios mas importantes del país (en su blog hay algo más de cien catalogados, pero se de buena fuente que tiene muchos mas). Mantiene además colecciones de otras cosas relacionadas con la época de nuestra niñez, desde discos hasta golosinas. Y aún más importante, ha sabido impulsar enormemente a mi querido grupo de hijituteros, que ha pasado de una reunión en una pizzería con posterior encuentro sorpresa con Don Manuel García Ferré, hasta convertirse en una serie de almuerzos con este, y en promotor de diversas campañas sobre los personajes queridos de nuestra niñez. Con ella he tenido la alegría de jugar al cigarrillo 43 en casa de nuestro amigo Luis, o al Boing-Boing en Parque Centenario, momentos dorados para alguien que como yo trata por todos los medios que ese niño que está dentro salga cada tanto un poquito a jugar.



En un mensaje el otro día Marisa sugirió hacer una barrileteada, e imaginó un barrilete para ella con una frase escrita que no nos dijo… este deseo complicó un poquito el diseño de mi regalo, yo le hubiese hecho un barrilete de todos colores, pero bueno, con este diseño de la foto su frase va a resaltar mucho mas…

La otra niña que ligó regalo hoy ha sido muy cercana a mi este último año, como lo fue antes hace casi 20 años… su niña interior sale un poco menos a jugar, pero la he podido ver bailar, en realidad sambar como loca en un morro de Rio de Janeiro hace poquito, y no tuve dudas, era ella. Lorena, que así se llama, dice a veces que tiene miedo de perder la inocencia de niña… y eso es un problema, Lorena tiene miedo. Ya no seguimos juntos, por segunda vez nos separamos, aunque mi amor hacia ella sigue intacto, y no va a esperar otros 20 años para darle su tan imaginado regalo del día del niño. El diseño para ella es más simple y más mío, es un rombo de uno de sus colores preferidos, con mi corazón de barrilete de papel de diario en el centro.


Yo le estoy dando verdaderamente mi corazón una vez mas, y ella decide, o lo hace volar en un cielo azul, o lo deja esperando (si, el corazón de papel de diario es de niño, no pierde las esperanzas) vientos mas propicios para el vuelo.
Yo desde mañana seguiré como cada día, quizás subido a un andamio laburando, o a la Pinarello entrenando, pero cada tanto voy a mirar al horizonte, a ver si veo volar una vez mas mi corazón de papel de diario, mi tan amado corazón de niño.

Feliz dia para todos los niños, y para los grandes busquen, busquen muy profundo entre los recuerdos, y a volar.

Gracias
Fabián Mulis